Coutinho - El arte de lo cotidiano

El cineasta Eduardo Coutinho dijo alguna vez que lo importante es hacer películas como conversaciones, parece una frase al azar, pero ahí radica su estilo, una manera de abordar la cotidianidad que lo hace tan único. Su impronta es construir películas a partir de historias que le contaba la gente común, entre sus características especiales está entrevistar a personas pertenecientes a una comunidad, desde un edificio de departamentos en la ciudad hasta un teatro con entrevistas muy cercanas.

La conversación es su método y estilo, mediante sus películas nos permite ver y escuchar lo que surge de una conversación filmada y no representada con actores o material de apoyo, al ser conversaciones, sus películas nos permiten ser fieles oyentes como él. Con su modo de acercarse a lo real a través de la incertidumbre, donde nos regala historias desconocidas de personas desconocidas, nos genera una intimidad contrastada con un respeto a la privacidad.

En Edificio Master, Eduardo Coutinho nos invita a reflexionar sobre las distintas realidades que nos podemos encontrar conviviendo en nuestro entorno, mediante testimonios nos cuentan historias muy interesantes y contrastantes entre sí, desde un edificio con una gran cantidad de departamentos pequeños, sin muchas comodidades y poca privacidad.

Un rasgo interesante fue un cierto desequilibrio de casi todos los inquilinos entrevistados. Varias personas con carga emocional, provenientes de experiencias conflictivas, desde una joven que se convirtió en prostituta para apoyar a su hija hasta un anciano que extraña su vida de artista. Aquí vive mucha gente que en su mayoría no se conocen y mantienen entre sí, están juntos pero solos.

En Jogo de cena, se repite este factor del azar ya que las actrices que llegan a las entrevistas por un anuncio de periódico, aquí relatan experiencias de vida dolorosas sobre fracasos amorosos y problemas familiares.

Con estas historias provenientes de profesionales de la interpretación, queda expuesta una línea frágil  entre la vida misma y la actuación. Mucho más cuando el director nos confunde con los testimonios, pues en algún punto se contempla que son interpretaciones de actrices por actrices.